TRATANDO DE DESPEDIRME...

 

No quiero escribirte. No intentando confesarme. No intentando recuperarte. No intentando hacerte cambiar tu desición de alejarme. No intentando hacer de ésto un acto egoísta de sabotaje.

No, no pienso decir que soy yo el culpable; o que tú eres la que al alejarte atinaste. No pienso darle un lado a cada uno en está transición en la que cambiamos de rumbo para seguir distintos viajes. No hay positivos o negativos, tal vez solo dos personas que dejaron de añorarse, tal vez solo dos personas a las que les llegó el momento de retirarse. Y fue así, porque era la forma justa que encontró el destino para dejarnos un aprendizaje. Porque así es la vida, porque así es el destino; porque te quita para hacerte un mejor viajante. Y así se crece. Como quien termina una nueva clase, como quien se sobrepone a una etapa adversa a base de fuerza, voluntad y sangre.

Y sí, sí serás siempre para mí uno de los pasos importantes, de los grandes, de los que se dan sobre una baldosa de un destino que tiene muchas partes: unas que detonan y otras —como tú— que te enseñan a brindarte. 

Y no, no voy a escribirte o llamarte. No, no voy a decir que estoy bien y no voy a extrañarte. No, no te odio, ni te odiaré, ni hay pizca hacia ti de coraje. Mas no, no iré en contra de un destino que es inevitable.

-Hugo Marquez 

PEQUEÑO TRATO

 Y cuando dejas ir una estrella fugaz se convierte en  el deseo de alguien más...